En anteriores entradas hemos visto que el entrenamiento con cargas bajas y restricción de flujo sanguíneo puede ser una buena estrategia para lograr un aumento de los efectos hipoalgésicos del ejercicio (ver aquí), así como un método de entrenamiento alternativo al tradicional entrenamiento con cargas altas (ver aquí).
Un nuevo estudio muestra que puede ser una alternativa válida para promover ganancias de masa y fuerza muscular en ciertos contextos (ej. personas con limitaciones funcionales, atletas en periodos de alto volumen de entrenamiento…) ya que genera una sobrecarga menor en las articulaciones y promueve una recuperación más rápida de la función muscular entre sesiones de entrenamiento.
Entrenamiento con restricción de flujo sanguíneo
El objetivo de esta investigación era analizar los efectos agudos del ejercicio de fuerza de alta intensidad y del ejercicio de fuerza de baja intensidad con restricción de flujo sanguíneo sobre el perfil de leucocitos y su asociación al daño muscular provocado por el propio ejercicio.
Para ello un grupo de jóvenes entrenados realizaron un entrenamiento en prensa de pierna con una cadencia fija de ejecución de 2 segundos, tanto para las acciones concéntricas como excéntricas, y con un tiempo de descanso entre series de 1 minuto.
Fueron divididos en 2 grupos:
RE80: 3 series sin restricción del flujo sanguíneo, utilizando un 80% del 1RM y llegando hasta el fallo muscular concéntrico
RE+BFR: 3 series de 25 repeticiones, utilizando un 40% del 1RM y con una restricción de flujo sanguíneo del 80%. Este número de repeticiones fue calculado en base, y para igualar, al trabajo total alcanzado por le grupo anterior
Tras la realización de ejercicio se observó un aumento significativo en las concentraciones de lactato sanguíneo, en la percepción subjetiva de esfuerzo (RPE) y en la percepción subjetiva de dolor (RPP); sin embargo, no se encontraron diferencias entre los grupos en estos valores. La RPP se incrementó en el grupo RE+BFR tras la segunda y tercera serie, pero en el grupo RE80 esto solo ocurrió tras la tercera serie.
La altura de salto, medida con los test SJ y CMJ, se redujo significativamente tras la práctica de ejercicio físico, independientemente del tipo de entrenamiento realizado. No obstante, esta merma en el rendimiento se más tiempo en el grupo RE80, que no recuperó la altura de salto prentrenamiento dentro de un período de 48 horas.
La creatin kinasa (CK) sérica se mostró aumentada 24 horas después del entrenamiento realizado por el grupo RE80, mientras que el grupo RE+BFR no mostró cambios en esta variable. Por su parte, el ADN circulante o libre (cfDNA) aumentó de manera significativa tras el entrenamiento solo en el grupo RE80.
El porcentaje de leucocitos y linfocitos en sangre aumentaron significativamente tras el ejercicio en ambos grupos, pero no se observaron diferencias en los niveles de ambos grupos. Los niveles de neutrófilos y monocitos no aumentaron con respecto a los valores prentrenamiento.
Este nuevo estudio muestra que no existen diferencias en el perfil de leucocitos en sangre tras la realización de un entrenamiento ejercicio de fuerza de alta intensidad y de uno de baja intensidad con restricción de flujo sanguíneo, a pesar de que este último parece provocar un menor daño muscular. Ambos tipos de entrenamiento provocaron leucocitosis y linfocitosis, aunque los investigadores concluyen, en función al tamaño del efecto encontrado, que el grupo que realizó un entrenamiento con restricción sanguínea mostró un aumento mayor de leucocitos y linfocitos, “lo que podrían ayudar a explicar una recuperación más temprana tras el ejercicio”.