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La polea bicipital averiada

  Una polea es un mecanismo que consiste en una rueda giratoria de borde acanalado, por el que se desliza una cuerda o cadena, y que sirve para mover o levantar un peso. En el caso de la polea bicipital no tenemos la rueda giratoria, pero el borde acanalado es la corredera bicipital, la cuerda o cadena el tendón largo del bíceps braquial y el peso el brazo.

 El tendón largo del bíceps sale de la articulación por el surco bicipital retenido por la polea que se trata de un sostén de tejidos blandos conformados por fibras del ligamento coracohumeral, el ligamento glenohumeral superior y los tendones del supraespinoso e infraespinoso2, aunque para algunos autores el tendón del subescapular es parte de esta polea y se ha correlacionado su disfunción con inestabilidad bicipital6.

Los mecanismos implicados en lesiones del tendón largo del bíceps pueden ser impingement subacromial, impingement interno anterosuperior, impingement subcoracoideo, fuerzas de distracción, el mecanismo “peel-back”, microinestabilidad anterior. Los diferentes mecanismos pueden provocar daños por cambios degenerativos, traumatismo agudo, microtraumas repetidos o lesiones asociadas con una rotura del manguito. No se han encontrado correlaciones entre la forma o grosor del canal bicipital con lesiones del tendón largo del bíceps4,13.

¿Qué ocurre con un mecanismo averiado? Pues que ya no cumple de forma eficiente su función, en este caso la transmisión de fuerzas, que se puede traducir habitualmente en una pérdida de funcionalidad y posibles lesiones por exceso de estrés en el propio tendón largo del bíceps u otras estructuras sinergistas. Es causa habitual de dolor anterior del hombro. El tendón largo del bíceps puede verse afectado por tendinopatía, delaminación o deshilachado, dislocación y desgarros parciales o totales. Las lesiones aisladas del bíceps proximal son extremadamente raras; éstas se encuentran asociadas con la patología del manguito rotador hasta en 90%11, también el 90% de las personas con lesión del manguito rotador que se someten a cirugía tienen lesión de la polea bicipital8. En muchos casos la lesión es parte de un síndrome subacromial, o está asociada a lesión SLAP. Pero aparecen casos en los que hay inestabilidad del propio tendón largo del bíceps que tiende a escapar de la corredera bicipital como consecuencia de lesión de la polea bicipital definida como una interrupción de las estructuras anatómicas ligamentarias circundantes a la vaina del tendón.

Para este tipo de lesiones se han empleado diferentes clasificaciones, por ejemplo la clasificación de Bennett1:

-Tipo 1: rotura del subescapular sin lesión de ligamentos (LCHM Y LGHS) 

-Tipo 2: rotura de ligamentos sin rotura del subescapular 

-Tipo 3: rotura del subescapular y ligamentos con luxación medial completa de la PLB 

-Tipo 4: rotura aislada del LCH Lateral sin rotura del subescapular que produce una luxación extraarticular del PLB 

-Tipo 5: rotura de subescapular y ligamentos (LCHM, LGHS y LCHL).

Y la clasificación de Habermeyer7:

Tipo 1 : rotura aislada del ligamento glenohumeral superior (SGHL) 

Tipo 2: lesión el SGHL y parcial del supraespinoso por su cara articular 

Tipo 3: combinación de la lesión del SGHL y rotura completa del subescapular

Tipo 4: combinación de la lesión SGHL y rotura completa subescapular y supraespinoso.

La clínica, dependerá de las estructuras lesionadas, pero en general, aparecerá dolor en la cara anterior del hombro, sobre todo al realizar aducción y rotación interna, que puede estar disminuida en los casos de rotura del subescapular. El tratamiento vendrá definido según el tipo de estructura dañada y su grado de afectación. Individualizando en cada paciente, las opciones van desde el tratamiento conservador a la cirugía de reconstrucción (no queda más remedio que llevar el hombro averiado al taller), a decisión del médico especialista que valorará la pérdida de función, el nivel de daños en los tejidos y las demandas a las que se va a someter ese hombro posteriormente. En los casos en los que se descarta el tratamiento quirúrgico, esencialmente habrá que mejorar la funcionalidad de todas las estructuras sinergistas al tendón largo del bíceps y especialmente los responsables en mayor medida de la estabilidad como el manguito rotador y los llamados estabilizadores secundarios. Será fundamental también entender el o los mecanismos que han favorecido la aparición de la lesión para generar las adaptaciones necesarias y dar opciones al sistema para que encuentre otras soluciones de movimiento.

¿Una avería en la polea bicipital? Existen hombros con estas lesiones que son asintomáticos, otros que mejoran sus sintomatología y recuperan toda la funcionalidad, incluso continuando con su exigente vida deportiva. Las averías se pueden reparar e incluso en algunos casos se puede convivir con ellas. El peor caso es el que siente que su hombro es frágil y limita para realizar las actividades que le apasionan, esa sí que es una avería terrible.

Preguntas frecuentes sobre la polea bicipital

¿Cuál es la corredera bicipital?

La corredera bicipital, también conocida como surco bicipital o surco intertubercular, es una estructura anatómica en el húmero, el hueso del brazo. Se encuentra en la parte frontal del hueso, entre los dos tubérculos principales del húmero: el tubérculo mayor y el tubérculo menor.

La corredera bicipital sirve como un canal o surco por el cual pasa el tendón del músculo bíceps braquial. El tendón del bíceps se origina en la escápula (omóplato) y atraviesa el brazo para unirse al hueso del húmero. A medida que el músculo bíceps se contrae y se relaja, el tendón se desliza a través de la corredera bicipital, permitiendo el movimiento del brazo.

La corredera bicipital está revestida por un tejido especializado llamado sinovial, que produce un líquido lubricante conocido como líquido sinovial. Esto ayuda a reducir la fricción entre el tendón y las estructuras óseas circundantes, permitiendo un movimiento suave y sin problemas del músculo bíceps.

Es importante mantener la corredera bicipital en buen estado para evitar lesiones o condiciones como la tendinitis del bíceps, que puede causar dolor y limitación del movimiento en el brazo. El fortalecimiento adecuado de los músculos del brazo y la práctica de ejercicios de estiramiento pueden contribuir a mantener la salud de la corredera bicipital y prevenir problemas relacionados con el tendón del bíceps.

¿Qué pasa si se te rompe el bíceps?

Si se produce una ruptura del tendón del bíceps, generalmente se puede experimentar una serie de síntomas y efectos. Estos pueden incluir:

  1. Dolor agudo: La ruptura del tendón del bíceps suele ir acompañada de un dolor agudo en el brazo. El dolor puede ser intenso en el momento de la lesión y puede continuar durante el proceso de recuperación.
  2. Deformidad: En algunos casos, especialmente en la ruptura completa del tendón, puede producirse una deformidad en la apariencia del brazo. Esto se debe a que el músculo bíceps no se encuentra anclado adecuadamente al hueso, lo que puede dar lugar a un aspecto anormal del brazo.
  3. Pérdida de fuerza: La ruptura del tendón del bíceps puede causar una disminución en la fuerza del brazo afectado. Puedes notar dificultad para levantar objetos pesados o realizar actividades que requieran fuerza en el brazo lesionado.
  4. Pérdida de la función: Dependiendo de la gravedad de la ruptura y de si está parcial o completa, puede haber una pérdida parcial o total de la función del bíceps. Esto puede afectar la capacidad para realizar ciertos movimientos o actividades que implican la flexión o supinación del brazo.

En caso de una ruptura del tendón del bíceps, es importante buscar atención médica de inmediato. El tratamiento puede implicar opciones no quirúrgicas, como fisioterapia y terapia de rehabilitación, o cirugía para reparar el tendón. La elección del tratamiento dependerá de la gravedad de la lesión y de las necesidades individuales del paciente. Un médico o especialista en ortopedia podrá evaluar la lesión y recomendar el enfoque adecuado para la recuperación.

¿Cómo se cura un tendón roto en el hombro?

La curación de un tendón roto en el hombro puede requerir diferentes enfoques dependiendo de la gravedad de la lesión y la recomendación del médico o especialista en ortopedia. A continuación se presentan algunas opciones de tratamiento comunes:

  1. Tratamiento conservador: En casos de rupturas parciales o en pacientes con una actividad física más limitada, el tratamiento conservador puede ser una opción. Esto puede implicar:
    • Reposo y limitación de la actividad: Se puede recomendar evitar movimientos que pongan tensión en el tendón lesionado y limitar las actividades que puedan empeorar la lesión.
    • Terapia física: Un fisioterapeuta puede diseñar un programa de ejercicios específicos para fortalecer los músculos alrededor del hombro, mejorar la movilidad y promover la curación del tendón.
    • Medicamentos y terapia de manejo del dolor: Se pueden recetar medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) o realizar terapia de manejo del dolor para aliviar el dolor y reducir la inflamación.
  2. Cirugía: En casos de rupturas completas o en pacientes más activos, la cirugía puede ser necesaria para reparar el tendón. Algunas opciones quirúrgicas incluyen:
    • Reparación abierta: En esta técnica, se realiza una incisión en el hombro para acceder al tendón roto. Luego, se sutura o ancla el tendón de vuelta al hueso con suturas o dispositivos de fijación.
    • Artroscopia: Esta es una técnica menos invasiva en la que se utilizan pequeñas incisiones y se inserta una cámara y herramientas especializadas a través de ellas. Esto permite al cirujano reparar el tendón con menor daño a los tejidos circundantes.

Después de la cirugía, se seguirá un programa de rehabilitación que incluirá terapia física y ejercicios específicos para fortalecer el hombro, restaurar la movilidad y facilitar la recuperación del tendón. El tiempo de recuperación puede variar según la gravedad de la lesión y la respuesta individual del paciente al tratamiento. Es importante seguir las recomendaciones del médico y del equipo de rehabilitación para lograr una recuperación exitosa.

BIBLIOGRAFÍA:

  1. Bennett WF. Visualization of the anatomy of the rotator interval and bicipital sheath. Arthroscopy. 2001 Jan;17(1):107-11.
  2. Braun S, Millett PJ, Yongpravat C, Pault JD, Anstett T, Torry MR, Giphart JE. Biomechanical evaluation of shear force vectors leading to injury of the biceps reflection pulley: a biplane fluoroscopy study on cadaveric shoulders. Am J Sports Med. 2010 May;38(5):1015-24.
  3. Braun S, Horan MP, Elser F, Millett PJ. Lesions of the biceps pulley. Am J Sports Med. 2011; 39 (4): 790-795.
  4. Cardoso A, Freire G, Alonso R, Afonso PD, Pires L. Bicipital groove cross-sectional area on ultrasonography: Does a correlation to intra-articular tendon pathology exist? Orthop Traumatol Surg Res. 2021 Feb;107(1):102747.
  5. Choi CH, Kim SS, Kim SJ, Lee JH. Arthroscopic Changes of the Biceps Pulley in Rotator Cuff Tear and Its Clinical Significance in Relation to Treatment. Clin Orthop Surg. 2015 Sep;7(3):365-71.
  6. Godenèche A, Nové-Josserand L, Audebert S, Toussaint B, Denard PJ; French Society for Arthroscopy (SFA), Lädermann A. Relationship between subscapularis tears and injuries to the biceps pulley. Knee Surg Sports Traumatol Arthrosc. 2017 Jul;25(7):2114-2120.
  7. Habermeyer P, Magosch P, Pritsch M, Scheibel MT, Lichtenberg S. Anterosuperior impingement of the shoulder as a result of pulley lesions: a prospective arthroscopic study. J Shoulder Elbow Surg. 2004 Jan-Feb;13(1):5-12.
  8. Hawi N, Liodakis E, Garving C, Habermeyer P, Tauber M. Pulley lesions in rotator cuff tears: prevalence, etiology, and concomitant pathologies. Arch Orthop Trauma Surg. 2017 Aug;137(8):1097-1105. 
  9. Martetschläger F, Tauber M, Habermeyer P. Injuries to the Biceps Pulley. Clin Sports Med. 2016 Jan;35(1):19-27.
  10. Martetschläger F, Zampeli F, Tauber M, Habermeyer P. Lesions of the biceps pulley: a prospective study and classification update. JSES Int. 2020 May 7;4(2):318-323.
  11. Murthi AM, Vosburgh CL, Neviaser TJ. The incidence of pathologic changes of the long head of the biceps tendon. J Shoulder Elbow Surg. 2000; 9 (5): 382-385
  12. Turkmen I, Altun G, Celik H, Bilsel K. Can subcoracoid cyst formation be a sign of anterosuperior rotator cuff tears and biceps pulley lesions? A prospective radiologic and arthroscopic correlation study. J Shoulder Elbow Surg. 2020 Aug;29(8):1665-1670. 
  13. Ulucakoy C, Kaptan AY, Yapar A, Orhan O, Ozer M, Kanatli U. The effect of bicipital groove morphology on the stability of the biceps long head tendon. Arch Orthop Trauma Surg. 2021 Aug;141(8):1325-1330.
  14. van Deurzen DFP, Garssen FL, Kerkhoffs GMMJ, Bleys RLAW, Ten Have I, van den Bekerom MPJ. Clinical relevance of the anatomy of the long head bicipital groove, an evidence-based review. Clin Anat. 2021 Mar;34(2):199-208.
  15. Varacallo M, Seaman TJ, Mair SD. Biceps Tendon Dislocation and Instability. 2022 Apr 30. In: StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2022 Jan–. PMID: 30475566.
  16. Virk MS, Cole BJ. Proximal Biceps Tendon and Rotator Cuff Tears. Clin Sports Med. 2016 Jan;35(1):153-61.
  17. Zappia M, Reginelli A, Russo A, D’Agosto GF, Di Pietto F, Genovese EA, Coppolino F, Brunese L. Long head of the biceps tendon and rotator interval. Musculoskelet Surg. 2013 Aug;97 Suppl 2:S99-108.

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