Actualmente, los hallazgos obtenidos en pruebas diagnósticas por imagen como resonancia magnética (RM) repercuten de forma directa en la actuación de profesionales y sintomatología de pacientes. Los resultados de la RM parecen tener siempre la respuesta a cualquiera de mis síntomas. Pero, ¿hay una correlación real entre las imágenes de RM y el desarrollo de síntomas?
Entre los años 1993-1996, Matsumoto y su equipo llevaron a cabo un estudio transversal en el que 497 sujetos asintomáticos en edades comprendidas entre 18-69 años fueron sometidos a RM de la región cervical. A pesar de no experimentar síntomas, un 15% de los sujetos menores de 30 años mostraron en la imagen cambios degenerativos; este porcentaje aumentó en edades más avanzadas, alcanzando un 88%.
20 años después, de los 497 sujetos, no sabemos exactamente qué fue de 304 (¿cambiaron de email?, ¿no contestaron?, ¿no les apeteció participar en más estudios?…) lo que sí sabemos es que 193 participaron en un nuevo estudio con el fin de analizar posible relación entre la progresión degenerativa y el desarrollo de síntomas.
En 2018, Kenshi Daimon y su equipo pusieron en marcha este estudio longitudinal prospectivo siguiendo los principios del previo estudio transversal. Contaron con 97 hombres y 96 mujeres (total 193) en edades comprendidas entre 32 y 90 años (media 56,9).
En relación a la imagen, tal y como describió Matsumoto, se basaron en 5 posibles hallazgos (clasificados en grados de 0-4 según severidad) relacionados con la degeneración en RM:
- Disminución en la intensidad de señal del disco intervertebral.
- Compresión anterior a nivel medular.
- Protusión posterior discal.
- Disminución del espacio intervertebral.
- Estenosis foraminal.
En relación a la sintomatología (en caso de estar presente), distinguieron las siguientes posibilidades:
- Rigidez en hombro.
- Cervicalgia.
- Cefaleas.
- Hormigueo/entumecimiento en miembro superior.
- Tinnitus.
- Dolor en miembro superior.
Tras someterse 20 años más tarde a una nueva RM, el 95% de los sujetos presentaron una progresión degenerativa, considerando como progresión un aumento de al menos 1 grado. Y el paso del tiempo tampoco les ha favorecido en cuanto a síntomas, un 45,1% han desarrollado rigidez en hombro, 18,1% cervicalgia, 13% cefaleas, 8,8% hormigueo/entumecimiento en miembro superior, 7,8% tinnitus y 4,7% dolor en miembro superior, considerando como síntoma aquel que esté presente como mínimo en 3 ocasiones en un mes.
En la siguiente tabla, se analiza la relación entre la progresión de cambios degenerativos en columna cervical en RM y la aparición de síntomas.
Podemos observar, de forma general, ausencia de correlación entre imagen y síntomatología. Únicamente en el caso de estenosis foraminal se registra una asociación significativa con la aparición de dolor en miembro superior (p=0,047).
En resumen, una progresión de cambios degenerativos en columna cervical mediante RM tras 20 años fue detectada en la mayoría de los sujetos (95%), sin haber relación entre la progresión de la degeneración en la imagen y los síntomas clínicos.
Aunque los datos resultan relevantes, no debemos obviar las limitaciones propias del estudio longitudinal, tales como el posible avance en pruebas de imagen, la imposibilidad de contar con el total de sujetos, así como valorar la influencia del estilo de vida o entorno que pueden determinar la progresión degenerativa o la sintomatología.
