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Dolor de espalda en niños: variables psicosociales

Hace unos días se ha publicado en la revista European Journal of Pediatrics un estudio cuyo objetivo era investigar la relación entre diferentes variables psicológicas y sociales y el dolor de espalda en 901 niños y niñas de entre 11 y 13 años. 

Para estudiarla los niños rellenaron un cuestionario específico para jóvenes y validado para averiguar la presencia, frecuencia y localización de dolores en la espalda. Además, se les animó a completar los ítems correspondientes a las variables psicosociales de un cuestionario realizado por la organización mundial de la salud y validado para comprobar los comportamientos de salud en niños de edad escolar.

Aquí os traemos los resultados…

Dolor de espalda en niños

Factores psicológicos

Se les preguntó la frecuencia con la que se sintieron, en los últimos 6 meses, con bajo ánimo, con ánimo negativo/irritables, nerviosos y con dificultades para dormir. Las respuestas se categorizaban de la siguiente manera: “todos los días”, “más de una vez a la semana”, “casi todas las semanas”, “casi todos los meses”, “rara vez o nunca”. 

Se observó que los niños con “algún dolor de espalda” (puntuación mayor a “nunca” independiente de la intensidad del dolor) o “dolor de espalda sustancial”( “a veces” o “a menudo” en al menos un área con intensidad de 2 puntos sobre 5) presentaban mayor frecuencia que los que no reportaron ningún dolor en todas las variables psicológicas. Además, los datos obtenidos muestran que la probabilidad de presentar dolor de espalda aumentaba a medida que aumentaba la puntuación de cada una de las variables psicológicas.

Cada variable psicológica y social se puntuaba de 0 a 4 ( 0= nunca/raro, 1= casi todos los meses, 2=casi todas las semanas, 3= más de una vez a la semana, 4= casi todos los días). Al ser 4 variables las estudiadas la puntuación máxima eran 16 puntos. Los investigadores dividieron a los niños en 3 categorías en función de esta puntuación: 1) sin problemas psicólogicos (puntuación 0), 2) puntuación variables psicológicas baja (puntuación entre 1 y 4) y 3) puntuación variables psicológicas alta (puntuación entre 5 y 16).

Se observó que a medida que aumentaba la puntuación de todas las variables psicológicas combinadas aumentaba la probabilidad de presentar dolor de espalda (tanto “algún dolor de espalda” como “dolor de espalda sustancial”).

Factores sociales

Se les preguntó acerca de la aceptación que sentían por parte de los compañeros mediante la pregunta: ¿me aceptan los compañeros como soy?. Las respuestas posibles eran “totalmente de acuerdo”, “de acuerdo”, “ni de acuerdo ni desacuerdo”, “desacuerdo” y “totalmente desacuerdo”. También se investigó la sensación de soledad que tenían con la pregunta: ¿te sientes solo?. Las respuestas podían ser “no”, “alguna vez”, “a menudo” y “muy a menudo”.

Los resultados mostraron un aumento en las probabilidades de presentar altos niveles de soledad y menor aceptación en niños y niñas con “dolor de espalda sustancial” y “algún dolor de espalda” (aunque en este último grupo solo de manera significativa para “soledad a veces”). Así, se observó que los niños con “algún dolor de espalda” o “dolor de espalda sustancial” presentaban mayor frecuencia de soledad y un menor nivel de aceptación social que los que no reportaron ningún dolor. 

Cuando se realizó un análisis incluyendo ambas variables sociales junto al dolor de espalda las asociaciones encontradas, aunque fueron positivas, eran pequeñas y muchas de ellas no significativas a nivel estadístico. 

Los autores concluyen, “este estudio indica que los factores psicológicos y sociales están asociados con el dolor de espalda en adolescentes, siendo los que presentan mayores frecuencias de problemas psicológicos y sociales los que tienen más probabilidades de reportar dolor de espalda, especialmente “dolor sustancial”. Los factores psicológicos parecen estar más fuertemente relacionados con el dolor de espalda que las variables sociales. En conjunto, estos resultados refuerzan la importancia de comprender los factores psicológicos y sociales en los adolescentes que presentan dolor de espalda”.

Preguntas frecuentes sobre el dolor de espalda en niños

¿Qué pasa cuando a un niño le duele la espalda?

Cuando un niño experimenta dolor en la espalda, es importante abordar la situación de manera cuidadosa y considerar diversas posibles causas. El dolor de espalda en los niños puede deberse a una variedad de factores, que van desde problemas temporales y leves hasta condiciones médicas más serias. Aquí hay algunas posibles causas y consideraciones:

  1. Lesiones o sobreesfuerzo: Los niños pueden sufrir lesiones en la espalda como resultado de caídas, golpes, deportes o actividades físicas intensas. El dolor de espalda debido a lesiones o sobreesfuerzo generalmente es agudo y tiende a mejorar con el reposo y el tiempo.
  2. Mala postura: La mala postura, como sentarse de manera incorrecta o llevar mochilas pesadas de manera inadecuada, puede causar dolor de espalda en los niños. Fomentar una postura adecuada y garantizar que las mochilas escolares estén bien ajustadas y no sean demasiado pesadas es importante para prevenir este tipo de dolor.
  3. Crecimiento: Durante los períodos de crecimiento rápido, es común que los niños experimenten dolor en las extremidades y la espalda debido a cambios en la longitud de los huesos y los músculos. Este tipo de dolor suele ser temporal y autolimitado.
  4. Músculos tensos o débiles: Los problemas musculares, como la debilidad o la tensión en los músculos de la espalda, pueden contribuir al dolor. El fortalecimiento de los músculos centrales y la adopción de una postura adecuada pueden ayudar.
  5. Condiciones médicas: En algunos casos, el dolor de espalda en los niños puede estar relacionado con condiciones médicas subyacentes, como escoliosis, infecciones, trastornos renales o problemas en los órganos internos. Si el dolor es persistente, severo o está acompañado de otros síntomas preocupantes, es importante consultar a un profesional de la salud para una evaluación adecuada.
  6. Factores psicológicos: El estrés, la ansiedad y otros factores emocionales pueden contribuir al dolor de espalda en los niños. Es importante tener en cuenta el bienestar emocional del niño y buscar la ayuda de un profesional de la salud mental si es necesario.

Si un niño experimenta dolor de espalda que persiste o es preocupante, es fundamental buscar la atención de un médico o un especialista en ortopedia. Un profesional de la salud puede realizar una evaluación completa, realizar pruebas si es necesario y determinar la causa del dolor para implementar el tratamiento adecuado. En general, se debe dar prioridad a la seguridad y al bienestar del niño en caso de dolor de espalda.

¿Cómo es el dolor de espalda por crecimiento?

El dolor de espalda debido al crecimiento, a menudo llamado «dolor de crecimiento,» es una afección común en niños y adolescentes que generalmente ocurre durante los períodos de crecimiento rápido. Aquí hay algunas características del dolor de espalda por crecimiento:

  1. Ubicación del dolor: El dolor de crecimiento suele centrarse en la zona baja de la espalda o en la parte media de la espalda, a lo largo de la columna vertebral. También puede extenderse hacia las caderas o las piernas.
  2. Carácter del dolor: El dolor de crecimiento suele ser intermitente y suele manifestarse como un dolor sordo o una molestia en lugar de un dolor agudo. Los episodios de dolor pueden durar desde minutos hasta horas.
  3. Momento del dolor: El dolor de crecimiento tiende a ser más frecuente durante la noche o en las primeras horas de la mañana. Los niños pueden despertarse con dolor en la espalda.
  4. Desencadenantes: Aunque no siempre hay una causa evidente, el dolor de crecimiento puede empeorar después de actividades físicas intensas o deportes.
  5. Duración: El dolor de crecimiento generalmente es de corta duración y tiende a desaparecer después de un tiempo. Puede durar días o semanas, pero rara vez persiste durante meses.
  6. Otros síntomas: Por lo general, el dolor de crecimiento no se asocia con otros síntomas, como fiebre, debilidad, entumecimiento o pérdida de peso. Si el dolor se acompaña de estos síntomas, podría ser indicativo de otro problema médico y se debe buscar atención médica.

El dolor de crecimiento se cree que está relacionado con el crecimiento rápido de los huesos, los músculos y los tejidos en los niños y adolescentes. Aunque puede ser incómodo, generalmente no se considera una preocupación grave y no suele requerir tratamiento médico específico. Sin embargo, existen medidas que pueden ayudar a aliviar el dolor de crecimiento:

  1. Descanso: Permitir que el niño descanse cuando sienta dolor puede ser beneficioso.
  2. Aplicación de calor: La aplicación de calor suave en el área dolorida, como una bolsa de agua caliente o una toalla tibia, puede proporcionar alivio.
  3. Masajes: Masajear suavemente la espalda del niño puede ayudar a aliviar la tensión muscular.
  4. Estiramientos: Realizar estiramientos suaves de la espalda y las piernas puede ayudar a reducir la incomodidad.

Si el dolor de crecimiento persiste, empeora significativamente o está asociado con otros síntomas preocupantes, es importante buscar la evaluación de un profesional de la salud para descartar otras afecciones subyacentes.

¿Cuándo me debe de preocupar un dolor de espalda?

El dolor de espalda es común y, en la mayoría de los casos, es causado por tensiones musculares, lesiones leves o problemas posturales que suelen mejorar con el tiempo y el cuidado adecuado. Sin embargo, hay situaciones en las que un dolor de espalda debe ser motivo de preocupación y requerir atención médica inmediata o seguimiento por parte de un profesional de la salud. Aquí hay algunas señales de alarma que indican cuándo debes preocuparte por un dolor de espalda:

  1. Dolor severo e incapacitante: Si el dolor de espalda es intenso y te impide realizar actividades normales, como moverte, caminar o respirar con normalidad, debes buscar atención médica de inmediato.
  2. Dolor que se irradia hacia las piernas: El dolor que se irradia hacia una o ambas piernas, especialmente si se acompaña de debilidad, entumecimiento o hormigueo, podría ser un signo de un problema en la columna vertebral, como una hernia de disco o estenosis espinal.
  3. Dolor que persiste o empeora con el tiempo: Si el dolor de espalda no mejora después de unos días de cuidado en el hogar o empeora con el tiempo, es importante que consultes a un profesional de la salud para una evaluación más exhaustiva.
  4. Fiebre y dolor de espalda: Si experimentas fiebre junto con dolor de espalda, podría ser un signo de una infección, como una infección renal o una infección de la columna vertebral, y debes buscar atención médica.
  5. Historial de cáncer o enfermedad grave: Si tienes antecedentes de cáncer o una enfermedad grave y experimentas dolor de espalda, debes informar a tu médico de inmediato, ya que el dolor podría estar relacionado con una afección más seria.
  6. Trauma o lesión grave: Si el dolor de espalda se debe a un traumatismo importante, como un accidente automovilístico o una caída desde una altura significativa, busca atención médica de inmediato, ya que podría haber lesiones graves en la columna vertebral.
  7. Problemas de control de la vejiga o los intestinos: Si experimentas problemas repentinos de control de la vejiga o los intestinos, como incontinencia urinaria o dificultad para evacuar los intestinos, esto podría ser un signo de una afección grave en la columna vertebral y requiere atención médica inmediata.

En general, si tienes preocupaciones o dudas sobre un dolor de espalda, es aconsejable consultar a un profesional de la salud, como un médico de atención primaria o un especialista en ortopedia. Estos profesionales pueden realizar evaluaciones adecuadas, realizar pruebas diagnósticas si es necesario y brindarte orientación sobre el tratamiento y la gestión del dolor de espalda. No ignores las señales de alarma y busca ayuda médica cuando sea necesario para asegurarte de recibir la atención adecuada.

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