Hoy 17 de Octubre es el «Día mundial contra el dolor», así que os traemos un artículo especialmente interesante del que nos hemos permitido hacer una traducción lo más aproximada y accesible posible para que llegue a la mayor cantidad de personas.
Comencemos con algunos datos…
- La presencia del dolor de espalda (en el último mes desde que se le preguntó) a los 14 años de edad se da en el 30% de las chicas adolescentes y 26% de los chicos. La existencia de dolor persistente (> 3 meses de duración) aparece en un 11% de los adolescentes de ambos sexos. Sobre los 17 años aparecen diferencias entre sexos y la prevalencia de dolor persistente es de 26% en chicas y 13% en chicos.
- En muchos casos, el dolor de espalda va acompañado de dolor de cuello y otros problemas como dolor de cabeza.
- De los 17 años a los 22, la prevalencia de dolor de espalda aumenta de un 32% a un 45%.
- Para la mayoría, este dolor tiene poco impacto en otras actividades de la vida diaria, participación en deportes, trabajo y actividades del colegio, y no suelen acudir al medico ni tomar medicamentos. Sin embargo, es preocupante el número de adolescentes con dolor persistente de espalda baja (20% a los 17 años) a los que sí que les afecta de manera negativa (medicación, visitas médicas, modificación de actividades diarias y físicas, absentismo en colegio y trabajo).
Banderas rojas y patologías serias:
En algunas ocasiones (raras. Menos del 1%) la causa de dolor es una patología importante, por lo que deben ser consideradas. El comienzo insidioso de dolor severo de espalda, cuando se asocia a una serie de factores como el dolor nocturno, fiebre, pérdida de peso inexplicable, déficit neurológicos y rigidez matutina de más de 30 minutos, requiere de una examinación para descartar patologías como tumores, desorden inflamatorio o infecciones.
Patologías lumbares específicas:
Aunque los hallazgos en resonancias de degeneración discal en adolescentes son habituales (30%), rara vez se asocia con dolor de espalda. La prevalencia de espondilolisis/espondilolistesis es aproximadamente de 6% y normalmente asintomáticas. El número de adolescentes que presentan hernias de disco con ciática es muy bajo (0.2%-0.6%)….Aun con la presencia de patologías, deben considerarse múltiples factores como parte de la evaluación y tratamiento.
Cuando el dolor de espalda es agudo, inhabilitante y asociado a un acontecimiento traumático específico (ej. caída de una bici) es necesario la realización de pruebas de imagen.
Dolor de espalda sin patologías lumbares específicas
En la mayoría de adolescentes, no existe una patología clara, dejando un vacío en el diagnóstico y tratamiento. Este vacío se rellena normalmente con creencias comunes con respecto al dolor de espalda (hipermovilidad, “malas posturas”, desequilibrios musculares, sobreuso…) y los consejos suelen ser evitar deportes específicos, llevar mochilas especiales o minimizar su uso, y realizar programas de ejercicios específicos y corrección de posturas, entre otros.
Dolor de espalda baja
La evidencia científica que apoya estos consejos en muchos casos es limitada. A continuación se recoge la relación entre diferentes factores y el dolor de espalda en adolescentes.
Factores multidimensionales y dolor espalda en adolescentes:
1. Factores físicos
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Hipermovibilidad articular:
Presente en adolescentes con y sin dolor. No se ha encontrado relación entre hipermovilidad y dolor crónico musculoesquelético (incluido dolor de espalda baja). Hipermovilidad a los 14 no es buen predictor de dolor de espalda a los 17. Estos datos cuestionan la validez del “síndrome de hipermovilidad generalizada” como diagnóstico relacionado a dolor de espalda en adolescentes.
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Escoliosis:
En la población estudiada, la escoliosis se presenta en muy pocos casos (0.5-5%). A pesar de la creencia extendida de que la escoliosis causa dolor de espalda, una revisión sistemática reciente concluyó que los adolescentes con escoliosis tienen una prevalencia de dolor de espalda similar a los que no la tienen. Además, la magnitud de la curvatura de la espalda (basada en el ángulo Cobb) no se correlaciona con la presencia de dolor. En resumen, la evidencia actual no apoya la relación entre escoliosis y dolor.
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Postura:
Existe una creencia común de que los problemas posturales, como sentarse con la espalda doblada, son una causa de dolor. Los autores investigaron si realmente existe tal relación…
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- Encontraron una relación entre sentarse con la espalda doblada y el sexo masculino, posturas no neutrales en bipedestación, menor autoconfianza, menor resistencia de los músculos de la espalda, mayor uso de TV y mayor indice de masa corporal. La puntuación en el test “Child Behaviour Checklist” (mide el estado de la salud mental) fue la variable que mayor relación tuvo con el dolor, que se hacía peor cuanto más tiempo permanecían sentados. Lo doblada que tuvieran la espalda al sentarse, el sexo femenino y la resistencia de los músculos de la espalda solo se relacionaban de manera débil con el dolor. Además, sentarse “mal” a los 14 años es un predictor débil de dolor a los 17.
- Los autores han investigado la postura al sentarse en adolescentes con dolor crónico de espalda con inhabilitación moderada y han identificado dos subgrupos de posturas. El primer grupo se caracterizó por posturas lordóticas que se relacionaban con patrones de dolor en movimientos de extensión. El otro grupo tenía posturas de flexión que se asociaban con patrones de dolor en movimientos de flexión. Estos resultados sugieren que la postura con posiciones extremas de la espalda podrían asociarse a dolor de espalda.
- En otro estudio, se observó que posturas no neutras en el plano sagital se relacionaban en mayor medida con experiencias de dolor. Por ejemplo, posturas hiperlordóticas se asociaron con mayor probabilidades de tener dolor en el último mes, así como dolor de espalda relacionado con llevar mochila. Este grupo, se asoció con mayores valores de índice masa corporal (otras investigaciones han identificado que un mayor índice de masa corporal en la infancia es predictor de hiperlordosis en la adolescencia, sugiriendo una relación entre índice de masa corporal y desarrollo de posturas relacionadas con dolor de espalda). Posturas no neutrales en bipedestación en adolescentes de 14 años eran predictor débil de dolor de espalda a los 17 años.
- Estos resultados sugieren que no pueden darse consejos de postura generales, ya que las posturas que se presentan en los adolescentes son muy heterogéneas y los patrones postura son predictores débiles de un futuro dolor de espalda. En adolescentes con dolor persistente de espalda baja, cuando se den consejos sobre postura debe evaluarse su experiencia dolorosa y postura individual.
- La relación exacta entre postura y dolor no esta del todo clara. La relación entre postura espinal en plano sagital y dolor de espalda podría estar asociado con estrategias de control motor alteradas, que podrían tener implicaciones sobre la carga que reciben las estructuras. Aunque es especulativo, los patrones de postura estática y dinámica podrían reflejar una falta de variabilidad de movimientos, favoreciendo una acumulación de estrés sobre la espalda. La influencia de otros factores como mayor índice de masa corporal sobre posturas hiperlordóticas o con flexión de columna, podría tener influencias tanto mecánicas como metabólicas sobre el dolor de espalda baja, y otros factores psicológicos podrían influir sobre la sensibilización.
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Patrones de movimiento:
Los autores realizaron dos estudios biomecánicos para investigar la relación entre dolor de espalda y deporte/cinemática de la columna.
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- En el primer estudio, adolescentes con dolor de espalda provocado por remar, demostraron una mayor tendencia a tener una posición de la columna más cercana al fin de rango de flexión cuando remaban en comparacion con grupo sin dolor.
- En un segundo estudio, jugadores de tenis adolescentes con dolor de espalda mostraban menor rotación de la zona lumbar, de la pelvis y rotación derecha de la pelvis/hombros. Por el contrario, mostraban mayor inclinación lateral de la pelvis derecha (brazo de la raqueta). Además los tenistas con dolor, demostraron mayor pico de fuerzas en el lateral izquierdo de la espalda en comparación con aquellos sin dolor.
- Aunque es cierto que estos estudios son transversales, y por tanto, no pueden identificar relación movimientos-dolor, los patrones de movimientos observados podrían aumentar la carga sobre la columna, lo que podría estar relacionado con dolor. Son necesarios más estudios sobre esta relación entre dolor y movimientos en deporte.
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Resistencia pobre de los músculos de la espalda:
Se ha observado una relación entre la resistencia muscular y diferentes factores físicos, psicológicos y estilo de vida, pero no existe una relación con el dolor. Por el contrario, en un grupo pequeño de 15 años con dolor persistente, se observaron déficits en la resistencia muscular de la espalda y piernas. Estos deficits, se han encontrado en remeros adolescentes con dolor y en un pequeño grupo de adolescentes con dolor inhabilitante. Sin embargo, resistencia muscular baja a los 14 años es un débil predictor de dolor a los 17 años. Estos resultados sugieren que déficits en la resistencia muscular podrían estar asociados a dolor de espalda baja, y que este dolor podría estar asociado a deportes con altas cargas espinales, como el remo. La participación en estos deporte, sin embargo, predice de manera débil una futura inhabilitación por dolor de espalda, y estos déficts en la resistencia muscular están también asociados al estilo de vida y a factores psicológicos.
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Mochilas:
Existe controversia en cuanto a los consejos que dar sobre el uso de las mochilas en adolescentes con dolor de espalda. Anteriores estudios encontraron una relación entre llevar mochilas y dolor de espalda. Por otro lado, los autores de esta revisión realizaron un estudio sobre esta relación y observaron que la carga percibida de la mochila, la duración y el método del transporte se asociaban a dolor de espalda y cuello. Sin embargo, la actividad física como caminar o montar en bici hasta el colegio parece contrarrestar los efectos de transportar una mochila (se requieren más investigaciones sobre los posibles efectos protectores del dolor que podría tener el uso de mochila)
2. Estilo de vida
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Participación en deportes
En un estudio con escolares que practicaban remo, se observó una alta prevalencia de dolor de espalda durante la temporada, tanto en niñas como en niños. Además se ha observado que la participación en deportes fuera del colegio a los 14 años, es un buen predictor de dolor a los 17. La evidencia sugiere que existe una relación entre el dolor y la carga recibida en la columna durante la realización de ciertos deportes, lo que corrobora hallazgos de estudios en adultos.
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Televisión
A pesar de que un mayor tiempo de televisión durante la adolescencia se asocia con una peor salud ósea a los 20 años, la frecuencia con la que se ve la televisión y se usa el ordenador a los 14 años no es un buen predictor de dolor los 17.
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Sueño
Existe evidencia de que un mal descaso o la falta de este son predicciones independientes de dolor de espalda y cuello en adolescentes. Parece que esta relación viene provocada por cambios en el umbral de dolor y procesos inflamatorios vía sistema neuro-inmuno-endocrino.
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Tabaco y alcohol
Se ha encontrado una relación entre el consumo de alcohol y tabaco y el dolor de espalda y cuello, además de una relación entre ambos comportamientos y el estado de salud mental. Sin embargo, ni el consumo de tabaco ni de alcohol a los 14 son buenos predictores de dolor a los 17.
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Alimentación
Existe un interés creciente en el papel que juegan factores dietéticos en la salud musculoesquelética. Los autores de este artículo realizaron un estudio para investigar la relación entre dolor de espalda baja y la dieta, e identificaron una relación débil e inconsistente entre factores alimenticios y el dolor a los 14 años. Además estos factores no eran buenos predictores de dolor a los 17 años. A pesar de esto, se ha identificado una relación entre obesidad y dolor de espalda.
3. Factores psicológicos
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Creencias sobre dolor de espalda
Existe una evidencia creciente de que las creencias individuales influyen en el comportamiento. Se han investigado las creencias sobre dolor de espalda en adolescentes de 17 años y se ha encontrado que creencias más negativas (ej. la espalda debe reposar cuando duele, el dolor te hará parar de trabajar, el dolor de espalda aumenta con la edad…) se asocia con mayores modificaciones en actividades y mayor búsqueda de tratamientos. Resultados similares a los encontrados con adultos. Creencias positivas se asociaron con sexo femenino, menor índice masa corporal, mayores rentas familiares, mayor puntuación en test de salud mental. Estos resultados corroboran que son varios factores multidimensionales los que se asocian con las creencias sobre dolor de espalda y confirman la existencia de una relación entre creencias y comportamientos asociados con dolor de espalda.
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Salud mental
Existe cierta evidencia sobre la relación entre factores psicológicos y el dolor de espalda baja. Se ha identificado que una peor salud mental, definida por mayores comportamientos interiorizados (ansiedad, depresión..) y exteriorizados (agresividad y mal comportamiento) está asociada con dolor de espalda y de cuello a los 14 años. A los 17 años, los perfiles de salud general son clave en la probabilidad de tener mayor dolor de espalda.
Estos resultados sugieren que en algunos adolescentes, el dolor de espalda va acompañado con peor salud mental. Podría ser adecuado la evaluación de la salud mental y general en adolescentes con dolor de espalda.
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Social
Parece que los comportamientos asociados a dolor de espalda (tomar medicamentos, visitas médicas, evitar actividad física…) son aprendidos en el ambiente familiar (las respuestas de comportamiento de los cuidadores se alinean con los comportamientos de los adolescentes). Se ha identificado que un mayor número de eventos estresantes a lo largo de la vida se asocia con mayor dolor de espalda a los 14 años. Estos resultados sugieren que el aprendizaje social y el ambiente parecen jugar un papel importante en el desarrollo de dolor en adolescentes.
4. Factores biológicos
Existe evidencia de que la interacción entre genética y ambiente juega un papel clave en el desarrollo de dolor de espalda en adolescentes.Una de las vías a través de la que se da esta relación, es la desregularización de las respuestas adrenergicas a factores como estrés, lo que se relaciona con factores ambientales negativos como peor ambiente familiar, eventos estresantes y/o con peor salud mental.
Los autores han identificado variantes genéticas en algunos adolescentes con dolor de espalda. Parece que los polimorfismos de genes como el receptor beta-2-adrenérgico y catecol-o-metiltranferasa podrían aumentar la activación de receptores adrenergicos, dando lugar a personas con predisposición a dolor durante situaciones estrés o condiciones de ansiedad. Estos resultados van en la línea de estudios que han mostrado un patrón de respuesta hipocortical en test de estrés social a los 18 años, el cual es predictor de dolor general a los 22 años en mujeres con elevada sensibilidad a dolor por frío.
Se considera que la alteración del eje hipotalámico-pituitario-adrenal podría estar relacionado con cambios en la función neuro-inmune-endocrina, resultando en un estado pronociceptivo mediado por procesos proinflamatorios.
¿Qué nos dice la evidencia epidemiológica sobre el dolor de espada baja en adolescentes?
El dolor de espalda baja es común en adolescente, y para un gran número de ellos se asocia con inhabilitación y cuidados médicos, representado un problema de salud emergente, que para muchos continúan cuando son adultos. El impacto del dolor de espalda es mayor en las niñas adolescentes.
Es irónico como los factores que hemos pensado siempre que son importantes predicciones de dolor de espalda, como llevar la mochila del colegio, hipermovilidad articular general, escoliosis, “mala” postura y resistencia de los músculos de la espalda, no son buenos predictores de dolor de espalda en adolescentes. Por el contrario, la evidencia emergente sugiere que los factores asociados con dolor de espalda son complejos y multidimensionales.
Para algunos adolescentes, el dolor de espalda no tiene gran impacto, es pasajero y no requiere ningún tratamiento. Por el contrario, para un grupo importante de adolescentes, el dolor es inhabilitante y se asocia con mayor número de tratamientos.
Para algunos adolescentes, el dolor de espalda está asociado a actividades deportivas con carga sobre la columna y está influenciado por factores como la postura corporal, el control motor, el estado muscular y estilo de vida. Para otros, el dolor está asociado con comportamientos negativos como absentismo escolar, evitación de actividades y discapacidad funcional. Los adolescentes de este grupo suelen tener creencias negativas sobre dolor de espalda y una peor salud mental. La niñas adolescentes representan la gran mayoría de este grupo, donde la interacción genética-ambiente y factores psicológicos están asociados con cambios en la función neuro-inmune-endocrina y en la sensibilización de los tejidos.
La figura 2 muestra los diferentes perfiles de los adolescentes con dolor de espalda baja y propone diferentes tratamientos en línea con dichos perfiles.
Implicaciones para salud pública
Desde una perspectiva de salud pública, los mensajes simplistas con respecto a los riesgos potenciales de llevar mochilas de colegio, hipermovilidad articular, escoliosis y “mala” postura no están justificados.
Más allá de esto, son necesarias intervenciones de prevención que promuevan creencias positivas sobre el dolor de espalda, facilitando así la reducción de la inhabilitación y el impacto del dolor de espalda (como se ha observado en adultos). Además, sería interesante una identificación temprana de grupos en riesgo para prevenir futuros problemas como la incapacidad para realizar ciertas tareas y el uso de medicamentos.
Implicaciones clínicas
La búsqueda de tratamientos en adolescentes con dolor de espalda es bastante común, sin embargo, hasta la fecha son pocas las investigaciones clínicas que han estudiado el tratamiento de dolor de espalda en adolescentes.
Una revisión sistemática sobre tratamientos de dolor de espalda con terapia física en niños y adolescentes ha concluido que solo 8 estudio se han llevado a cabo de calidad limitada. Las intervenciones en estos estudios consisten en educación, ejercicio o terapia manual o la combinación de ambos. El metanálisis muestra un efecto positivo de estas intervenciones sobre intervenciones control, sin embargo, el bajo número de estudios y las limitaciones metodológicas impiden establecer conclusiones definitivas.
En base a la evidencia actual, los autores recomiendan que una vez se han excluido banderas rojas y patologías lumbares específicas, los adolescentes con dolor de espalda requieren de una evaluación y tratamiento flexible y multidimensional, en la que deben participar los cuidadores de los adolescentes.
El grupo de investigación de los autores han estudiado un abordaje cognitivo-funcional que busca identificar factores multidimensionales asociados con el dolor y centrarse en los factores que, en cada persona, influyan en el dolor, inhabilitación y búsqueda de tratamiento (hasta la fecha hay 3 estudios que demuestran que puede ser una estrategia muy válida para adolescentes con dolor de espalda)
Abordaje cognitivo-funcional
En la entrevista, el clínico escucha la historia y preocupaciones del adolescente, así como a de sus cuidadores. Tras esto, explora lo siguiente:
- Nivel de inhabilitación y respuestas de dolor a actividades funcionales
- Comportamientos de evitación, como no ir al colegio o evitar actividades físicas o de la vida diaria
- Creencias sobre dolor de espalda y miedo a movimiento y actividad
- Estado psicologico y social
- Estilo de vida, como patrones de sueño y niveles de actividad
- Banderas rojas, patologías específicas y comorbilidades
Para facilitar este proceso, se recomienda el uso de cuestionarios multidimensionales.
El examen físico considera la relación entre dolor de espalda y la postura de la espalda, carga y niveles de condicionamiento de la musculatura. La identificación de posturas/movimientos relacionadas con dolor, así como de déficits en condicionamiento asociados con actividades que provocan dolor son parte de este proceso. Esta examinación se centra en actividades dolorosas, a las que le tienen miedo o que evitan.
En base a los resultados de la entrevista y del examen físico, los factores que influyen en la situación actual son abordado desde 3 áreas: educación, restauración funcional y creación de estilo de vida saludable (se pueden ver ejemplos de este tipo de tratamientos en la tabla 2 en el artículo original).
A. Educación
Una parte central de esta intervención es eliminar los mitos sobre las causa de dolor y reforzar un entendimiento del problema basado en la evidencia científica (Ver Tabla 1)
La educación es clave para reforzar creencias positivas y reducir el dolor e inhabilitación que este provoca. Esto incluye informar al paciente que el dolor no representa un daño en la columna, sino que refleja la sensibilización de las estructuras de la espalda a varios factores biopsicosociales individuales, como los identificados en la entrevista y el examen físico.
Se refuerza el entendimiento de que la variabilidad en la postura, movimiento de la espalda y la carga son seguras e importantes para salud de la espalda. Se trata de aumentar la confianza para seguir asistiendo al colegio/trabajo, así como realizando actividades diarias y físicas.
B. Restauración física
Cuando el dolor de espalda esta provocado por actividades deportivas/funcionales, con el fin de mejorar el dolor y aumentar la confianza, se le prepara gradualmente para estas tareas y se trata de aumentar la variabilidad postural.
Por ejemplo, cuando el dolor esta asociado a sensibilización a movimientos/posturas de extensión, se les enseña una gran variedad de movimientos/posturas para reducir carga de extensión (ej. reduciendo lordosis al sentarse o al realizar movimientos con carga). Al contrario con sensibilización a flexión.
Cuando el dolor de espalda está asociado a evitación de actividades funcionales, se trata de generar confianza para ir gradualmente realizando estas actividades de una manera relajada y variable.
C. Estilo de vida saludable
Se les anima y enseña a realizar comportamientos saludables como hábitos de sueño, actividad física regular y una dieta equilibrada.
En situaciones en las que el dolor es inhabilitante, angustiante, y esta asociado con altos niveles de ansiedad, estrés social, depresión o absentismo laboral, se quiere de un tratamiento multidisciplinar.
Preguntas frecuentes sobre el dolor de espalda baja
¿Qué puede causar dolor en la parte baja de la espalda?
El dolor en la parte baja de la espalda, también conocido como lumbalgia, puede ser causado por diversas razones, entre las cuales se incluyen:
- Lesiones Musculares: Estiramientos excesivos, desgarros o espasmos en los músculos de la espalda pueden generar dolor.
- Hernia de Disco: La protrusión o ruptura de un disco intervertebral puede presionar los nervios y causar dolor en la parte baja de la espalda y en las piernas.
- Esguinces y Torceduras: Movimientos bruscos o inadecuados pueden llevar a esguinces de los ligamentos o torceduras de los músculos en la zona lumbar.
- Problemas de Columna: Condiciones como la escoliosis, la estenosis espinal o la degeneración discal pueden generar dolor lumbar.
- Sedentarismo: La falta de actividad física puede debilitar los músculos y causar dolor en la espalda.
- Mala Postura: Mantener una postura incorrecta al sentarse, estar de pie o levantar objetos puede ejercer tensión en la espalda.
- Sobrepeso: El exceso de peso puede incrementar la carga sobre la columna vertebral y desencadenar dolor.
- Problemas Renales: Algunas afecciones renales pueden irradiar dolor a la espalda baja.
- Infecciones o Inflamaciones: Infecciones en los riñones o inflamación en los tejidos de la espalda pueden ser causas de dolor.
- Enfermedades Osteoarticulares: Condiciones como la osteoartritis pueden afectar las articulaciones de la espalda y generar dolor.
- Factores Psicosociales: El estrés, la ansiedad y la depresión pueden contribuir al dolor lumbar.
Ante la persistencia o intensificación del dolor en la parte baja de la espalda, es aconsejable consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.
¿Cómo quitar el dolor de la parte baja de la espalda?
Si estás experimentando dolor en la parte baja de la espalda, aquí tienes algunas medidas que podrían ayudarte a aliviarlo:
- Descanso: Descansar durante un corto período puede ayudar a reducir la inflamación y permitir que los músculos se relajen.
- Aplicar Frío o Calor: Aplicar hielo durante las primeras 48 horas para reducir la inflamación, luego cambiar a calor (compresas calientes) para relajar los músculos.
- Ejercicios de Estiramiento: Realizar suavemente ejercicios de estiramiento que alivien la tensión en los músculos de la espalda.
- Mantener Buena Postura: Mantener una postura adecuada al sentarse, pararse y levantar objetos puede prevenir la exacerbación del dolor.
- Evitar Movimientos Bruscos: Evitar movimientos y giros bruscos que puedan agravar el dolor.
- Fisioterapia: Un fisioterapeuta puede enseñarte ejercicios específicos para fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la postura.
- Analgésicos de Venta Libre: Puedes tomar medicamentos de venta libre para aliviar el dolor y la inflamación, como ibuprofeno o paracetamol, siguiendo las indicaciones del prospecto.
- Masajes: Un masaje terapéutico puede ayudar a relajar los músculos tensos y mejorar la circulación sanguínea.
- Acupuntura: Algunas personas encuentran alivio a través de la acupuntura, una técnica de medicina tradicional china.
- Mantener Peso Saludable: Mantener un peso adecuado puede reducir la carga en la columna vertebral y prevenir el dolor.
- Actividad Física Regular: Realizar ejercicios de bajo impacto, como caminar o nadar, puede fortalecer los músculos y prevenir el dolor.
- Consultar a un Profesional de la Salud: Si el dolor persiste o es severo, es recomendable consultar a un médico o fisioterapeuta para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado.
Recuerda que cada persona es diferente, por lo que es importante encontrar las medidas que mejor se adapten a tu situación y consultar con un profesional de la salud si el dolor persiste o empeora
¿Cómo saber si el dolor de espalda es algo grave?
Es importante saber reconocer cuándo el dolor de espalda podría ser un problema grave y requerir atención médica inmediata. Aquí hay algunas señales de alarma a tener en cuenta:
- Dolor Súbito e Intenso: Si el dolor de espalda es repentino, intenso y no mejora con el reposo, podría ser indicativo de una lesión grave.
- Dolor que Irradia: Si el dolor se irradia hacia las piernas, especialmente si va acompañado de debilidad, entumecimiento o dificultad para moverlas, podría estar relacionado con una hernia de disco u otra condición nerviosa.
- Cambios en el Control de la Vejiga o el Intestino: La pérdida del control de la vejiga o el intestino, o la dificultad para orinar o defecar, son señales de alerta graves y requieren atención médica inmediata.
- Fiebre: Si el dolor de espalda está acompañado de fiebre, podría ser indicativo de una infección o inflamación en la columna vertebral.
- Historial de Cáncer: Si tienes antecedentes personales o familiares de cáncer, y experimentas dolor de espalda inexplicado, es recomendable consultarlo con un médico.
- Pérdida de Peso Inexplicada: La pérdida de peso inexplicada junto con dolor de espalda podría indicar una afección más grave.
- Dolor Después de un Trauma: Si el dolor se desarrolla después de una caída, accidente u otro trauma, es importante buscar atención médica para descartar lesiones graves.
- Dolor Persistente: Si el dolor persiste durante semanas o meses y no mejora con medidas de autocuidado, es aconsejable consultar a un médico.
- Dificultad para Caminar: Si tienes dificultad para caminar, mantener el equilibrio o coordinar tus movimientos debido al dolor, debes buscar ayuda médica.
- Historial de Osteoporosis: Si tienes osteoporosis y experimentas dolor de espalda, podría haber fracturas vertebrales.
Si experimentas cualquiera de estas señales de alarma, es crucial buscar atención médica de inmediato. En general, si tienes dudas o preocupaciones sobre el dolor de espalda, es aconsejable consultar con un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.
¿Qué enfermedades se relacionan con el dolor de espalda?
El dolor de espalda puede estar relacionado con diversas enfermedades y condiciones médicas. Algunas de las afecciones más comunes que pueden causar dolor en la espalda incluyen:
- Hernia de Disco: Cuando un disco intervertebral se desplaza o se rompe, puede presionar los nervios y causar dolor en la espalda baja, así como en las piernas si el nervio afectado es el ciático.
- Escoliosis: Una curvatura anormal de la columna vertebral puede causar dolor y molestias en la espalda.
- Estenosis Espinal: El estrechamiento del canal vertebral puede presionar los nervios y generar dolor, entumecimiento y debilidad.
- Osteoartritis: El desgaste de las articulaciones puede causar dolor y rigidez en la espalda.
- Enfermedad Degenerativa del Disco: Con el tiempo, los discos intervertebrales pueden degenerar y causar dolor en la espalda baja.
- Fracturas Vertebrales: Las fracturas en las vértebras pueden causar dolor intenso y limitaciones en la movilidad.
- Espondilitis Anquilosante: Una enfermedad inflamatoria que afecta la columna vertebral y puede causar dolor y rigidez.
- Fibromialgia: Esta afección causa dolor generalizado, incluida la espalda, junto con fatiga y sensibilidad en los músculos.
- Cálculos Renales: Los cálculos en los riñones pueden causar dolor severo que se irradia hacia la parte baja de la espalda y los costados.
- Infecciones Espinales: Infecciones en la columna vertebral pueden causar dolor de espalda junto con fiebre y malestar general.
- Tumores Espinales: Los tumores en la columna vertebral pueden presionar los nervios y causar dolor.
- Endometriosis: En las mujeres, esta afección puede causar dolor pélvico que irradia hacia la espalda.
- Enfermedades Renales: Problemas en los riñones pueden causar dolor en la parte baja de la espalda.
Estas son solo algunas de las enfermedades que pueden relacionarse con el dolor de espalda. Si estás experimentando dolor persistente o preocupante en la espalda, es recomendable consultar a un médico para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento adecuado.
¿Qué órgano se encuentra en la parte baja de la espalda?
En la parte baja de la espalda se encuentra la región lumbar de la columna vertebral y varios órganos internos cercanos. Uno de los órganos más prominentes en esta área es el riñón. Cada persona tiene dos riñones, uno a cada lado de la columna vertebral, en la región lumbar. Los riñones son responsables de filtrar la sangre, eliminar los desechos y producir orina.
El dolor en la parte baja de la espalda también puede estar relacionado con los músculos, ligamentos, nervios y estructuras óseas de la columna lumbar. Si el dolor es persistente, severo o está acompañado de otros síntomas, es importante consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico adecuado y descartar cualquier afección médica.