Hola a todos!
Lo primero, quería pediros disculpas por haber estado desaparecido casi 2 meses. Unas (creo) merecidas vacaciones subiendo al Campo Base del Annapurna (Nepal) y el proyecto que hemos desarrollado en el área de Formación de Fidias (Movement Trainer Course) me ha tenido muy ocupado y no he podido sacar tiempo para dedicarle a este pequeño rinconcito que compartimos entre todos. Pero el fin de semana pasado ya iniciamos, con un grupo de alumnos extraordinarios, el proceso que les llevará a formar parte de la Primera promoción de Entrenadores del Movimiento y hoy he logrado encontrar un hueco para compartir con vosotros algunas ideas.
El desarrollo de este proyecto me ha «obligado» a disfrutar de muchas horas de lectura y estudios sobre el Movimiento que me han llevado a modificar en ciertos aspectos algunas de las ideas que creía tener más claras de lo que yo pensaba. O tal vez no modificarlas, sino dar un paso más hacia la búsqueda del mejor camino para conseguir los objetivos que me planteo con mis clientes. Y os quería dejar aquí algunas de las conclusiones a las que he llegado:
1. Cuando nos movemos (ya sea bien o mal), no hacemos otra cosa que activar diferentes patrones motores que provocan la activación de cientos de músculos que al acortarse, generan fuerzas de tracción sobre nuestros huesos. Estos están conectados entre si formando articulaciones que cuando se movilizan, provocan el movimiento visible a nuestros ojos…
2. Cuando estos patrones son correctos, cada estructura hace la función para la que está diseñada, las fuerzas se propagan de unas estructuras a otras de manera eficiente y el movimiento se produce sin provocar sobrecargas en estructuras concretas, que suelen derivan en diferentes tipos de lesión (contracturas musculares, problemas articulares, etc.)
3. En cambio, cuando un patrón es inadecuado o se ha perdido o deformado por algún motivo, ciertas estructuras deben soportar el trabajo de aquellas que no trabajan de manera coordinada con el resto, provocando una pérdida de eficiencia en el patrón motor y como he dicho anteriormente, aumentar las posibilidades de lesionarnos.
4. Para que el cuerpo se desarrolle de manera armoniosa y exprima todo el potencial que genéticamente se nos ha dado, es vital la máxima variabilidad de estos patrones motores. Repeticiones continuadas de ciertos patrones provocan una limitación en el desarrollo de nuestro mapa motor quedando zonas «sin explorar». Además, es importante que estos patrones involucren el número máximo de articulaciones posibles (y como consecuencia de músculos) porque así es como funciona realmente el cuerpo en los movimientos que generamos a lo largo del día.
5. A medida que exploramos las diferentes zonas de este «mapa», el cuerpo mejora sus posibilidades de movimiento, las estructuras se armonizan las unas con las otras y todo «funciona» como debe funcionar. El cuerpo es treméndamente inteligente y si le ayudamos a dar a cada estructura la función para la que ha sido diseñada a través de miles de años de evolución, los movimientos se vuelven efectivos, eficientes y porqué no decirlo…funcionales!
A lo largo de las siguientes entradas trataré de desarrollar estos diferentes conceptos para aclararlos y extraer una serie de consecuencias prácticas a la hora de plantearnos qué ejercicios debemos hacer, cómo debemos hacerlos, etc, para tratar de desarrollar al máximo nuestro potencial.
Un saludo a todos!