Al dolor lumbar se le buscan muchas causas. Que si glúteo dormido, que si la espalda está débil, que si el transverso tarda un pelín en activarse…Ya sabemos que no podemos establecer una relación causa-efecto entre el dolor en la espalda y estos factores mencionados. De hecho, ni siquiera tenemos por qué encontrar una correlación. En la mayoría de ocasiones no existe “el factor” determinante del dolor, sino múltiples factores interrelacionados que pueden contribuir al mismo. A pesar de ello, en muchas ocasiones sigo viendo y escuchando mensajes contrarios a esta idea.
En este sentido, hace poco escuché a alguien decir que hay que tener cuidado con la diástasis abdominal porque “hace que tengas dolor de espalda”. Y la casualidad, la casualidad…que me he encontrado con una reciente investigación en la que no se muestra una relación entre el dolor lumbar y la diástasis del recto abdominal, independientemente de la severidad de esta última. Asimismo, no se observó que las mujeres con diástasis mostraran una prevalencia mayor de alteraciones en el suelo pélvico ni de dolor de pelvis. Tampoco se encontraron diferencias entre mujeres con diástasis moderada y severa. Al ajustar ciertas variables sí que encontraron una mayor prevalencia de dolor abdominal entre estas mujeres. Eso sí, se trata de una relación, no sabemos si es un factor causal.
